Read Òscar’s interview, with text in Italian & Spanish, celebrating 30 years of the Escuela Superior de Música Reina Sofía


Link to the original interview, and the Italian text, HERE.


La Escuela Superior de Música Reina Sofía cumple en 2021 treinta años de fructífera  gestión como un centro de alta formación musical, referente a nivel europeo y mundial con un modelo educativo de éxito. La Escuela fue creada en 1991 por Paloma O’Shea, importante figura dedicada a  la promoción de la música en España, y con el apoyo de Su Majestad la Reina Doña Sofía y la participación de un grupo de músicos gran valía como son: Mstislav Rostropovich, Yehudi Menuhin, Alicia de Larrocha y Zubin Mehta. Entre todos diseñaron con un gran mística de trabajo y gran dedicación los lineamientos de la Escuela y los caminos que iba seguir en su labor. Más tarde se incorpora una plantilla excepcional de profesores que permitió que se lograran los objetivos.

Y precisamente para conocer los logros de la Escuela Superior de Música Reina Sofía, recibimos en Le Salón Musical al Decano de esta institución, Oscar Colomina. Gran hombre de música de reconocida trayectoria profesional.

Empecemos por los logros, ¿cuáles considera que han sido los tres principales que ha tenido la Escuela desde su fundación?

La Escuela Reina Sofía se fundó basada en unos principios de calidad y excelencia de la enseñanza musical, basados en la implantación de un sistema y de una comunidad educativa auténticamente internacional, con el objetivo de ofrecer esta formación excepcional a jóvenes con talento de cualquier contexto social.

A través de sus casi 30 años de existencia, la Escuela ha tenido un impacto transformador profundo en tres áreas principales:

–           en el panorama de la interpretación – educando músicos al más alto nivel internacional que están en posiciones influyentes en la comunidad musical global

–           en el panorama docente – generando cambios de forma directa con nuestro modelo educativo, e indirecta al inspirar la creación de otras instituciones similares. También, y esto quizá no sea tan evidente, como escuela de profesores. Muchos de nuestros antiguos alumnos, tras haber aprendido con los mejores profesores, se han incorporado a la docencia, multiplicando exponencialmente el impacto profundamente positivo y transformador de la Escuela en el tejido musical español.

–           y, finalmente, como agente de transformación social – gracias a nuestro sistema de becas ofrecemos matrícula gratuita a todos los alumnos, de forma que cualquier joven que tenga talento pueda acceder a la Escuela. De esta manera, hemos logrado un grupo de estudiantes de todos los estratos sociales y de una multitud de países. Además, se forman en la Escuela con una conciencia social (a través de programas como el de emprendimiento) que después les impulsa a ser agentes de cambio y de transformación durante el resto de sus vidas.

Continuando con los logros obtenidos, nos gustaría saber ¿cómo ha sido su trayectoria profesional hasta ser Decano de la Escuela?

Soy muy afortunado de haber tenido una formación y experiencia muy amplia. Me formé como violinista y formé parte de la Joven Orquesta Nacional de España, trabajando durante unos años como freelance en orquestas de cámara y grupos de música contemporánea. Tras completar mis estudios en Valencia, me trasladé a Londres para realizar una segunda titulación en composición y dirección en la Guildhall School of Music and Drama, doctorándome después en composición en la Royal Academy of Music. Durante estos años compaginé mi carrera compositiva con la dirección y también comencé a dar clases en la Royal Academy (como profesor en el departamento de composición) y en la Menuhin School, donde tras ser parte del claustro de profesores pasé a ser el Director Musical en 2017. Tras tres fructíferos años al frente de la institución y de su maravillosa orquesta de cuerda, me incorporé como Decano a la Escuela Reina Sofía el pasado abril del 2020.

  • y a su juicio, ¿Qué es lo que la diferencia de otras instituciones de formación musical?

Sobre todo, la personalización de la experiencia educativa, lo que podemos realizar dado nuestro reducido número de alumnos y la calidad del profesorado. Está demostrado en multitud de estudios sobre educación de alto rendimiento que el factor diferencial en el desarrollo del talento es, no tanto el nivel o cantidad de experiencias educativas o musicales, sino su calidad, es decir cómo se ajustan a la necesidad de un alumno concreto en un momento preciso de su desarrollo. De ese ajuste dependerá que la experiencia tenga un impacto positivo que se vea magnificado por la calidad de la elección, o incluso un impacto negativo si ciertas oportunidades llegan demasiado pronto o en sucesión demasiado rápida.

El tesón, la profesionalidad y la mística de trabajo en equipo
son garantía del éxito

El éxito de la Escuela se debe en gran medida a sus sólidos principios pedagógicos, a los que se ha mantenido fiel desde el primer día. El alumnado es seleccionado exclusivamente por mérito musical en un proceso de audiciones con una exigente tasa de admisión del 6%. No hay ninguna otra forma de incorporación. Cada profesor tiene completa libertad para diseñar un plan de enseñanza propio, adaptado personalmente a cada alumno. Su relación con cada uno de ellos es muy completa, cercana e intensa, sobre todo por el número de horas de clase.

  • Y en estos momentos, tan particulares, ¿cuál es la situación actual que estáis afrontando? y en base a ello, nos podría comentar si hay planes de cambio o reestructuración a corto o mediano plazo en relación a las actividades académicas de la Escuela Superior de Música Reina Sofía y si han cambiado vuestras metas.

En estos momentos estamos afrontando, como todos, numerosas restricciones por la pandemia del COVID-19. Esto ha necesitado ajustes tanto en nuestra programación educativa como en la performativa. Hemos realizado un esfuerzo muy importante de digitalización para poder continuar ofreciendo con la mayor calidad y seguridad posible nuestras clases, y hemos continuado realizando conciertos en el Auditorio Sony de la Escuela, que pese a las restricciones hemos conseguido mantener abierto – conciertos que son también retransmitidos en streaming.

Las grandes crisis aceleran los tempi de los cambios. Evoluciones que se habrían producido progresivamente durante largos años, pasan a precipitarse en escasos meses. Debido a esta aceleración, las crisis magnifican el impacto social, económico y emocional de los cambios.

Lo que esta revolución digital y sociológica está imponiendo es la aparición de nuevos formatos de comunicación, y de comunicación musical. Con esto estamos asistiendo simultáneamente al nacimiento de los nuevos lenguajes de expresión y las nuevas retóricas propias de esos medios.

Por todo esto, en la Escuela Reina Sofía somos más conscientes que nunca del reto de adecuar el currículo para poder ofrecer formación en esas áreas de innovación a nuestros alumnos para continuar ofreciéndoles las herramientas relevantes para que puedan desarrollar su carrera artística no el mundo de hoy, sino en el mundo de mañana.

  • ¿Qué le espera a un músico en el futuro?, ¿Cuál es su visión de ello?

En vuestra pregunta anterior hemos comentado la necesidad de evolucionar en el currículo para adecuar los contenidos y las habilidades presentes en los programas educativos a los retos que nuestros alumnos van a encontrar en su futuro profesional, pero hay otros aspectos.

Decía el Príncipe Fabrizio Salina en Il Gattopardo, ‘todo ha de cambiar para que nada cambie’. Y aunque el contexto cambie de manera radical, y muchos usos del arte y de la música cambien con él, la part e transcendente de la expresión musical es una función intrínseca a la vida, va ligada a la esencia del ser humano. La música ha participado durante milenios de los momentos clave de la vida – cuando aparece lo trascendente y se evidencia el misterio de la existencia humana – precisamente porque es un portal a lo trascendente.

Hoy en día, están apareciendo multitud de nuevas formas de comunicación y de consumo del objeto artístico y musical. Es necesario explorar y utilizar esas nuevas vías de acercarse al público y de acercar a su vez al público a la música.

Yo desearía, y es una opinión puramente personal, que las nuevas generaciones de jóvenes artistas no vean este proceso de aprendizaje y exploración de nuevas avenidas únicamente como una herramienta afilada de marketing o fundraising, sino que, a la vez, encuentren en esos nuevos contextos la posibilidad de crear espacios donde lo trascendente pueda aparecer.

Los nuevos formatos y técnicas, para cobrar verdadero sentido deben ser el medio que sirva para ofrecer a la sociedad lo más importante que podemos darle como músicos del siglo XXI: una experiencia de aquello que nos golpea para sacarnos de lo cotidiano y nos conecta más allá de nuestra individualidad. Por esto la frase de Lampedusa es tan contradictoria y tan profunda: lo más antiguo siempre será lo más nuevo.

  • y no hay barreras para que esos músicos puedan formarse

Uno de los principales elementos que distingue a la escuela es la igualdad de oportunidades. La matrícula gratuita para todos los alumnos asegura la inclusión de todos aquellos jóvenes con talento sin importar los recursos económicos de los que disponga. Esto es posible gracias a las becas aportadas por los mecenas, instituciones públicas y privadas y particulares que, con sus aportaciones, permiten que el proyecto de la Escuela pueda desarrollarse y crecer cada año.

Además de las asignaturas teóricas y complementarias, actualmente se imparten trece disciplinas (violín, viola, violonchelo, contrabajo, flauta, fagot, oboe, clarinete, trompa, trompeta, piano, canto y composición) que permiten seguir cuatro programas académicos:

  • -Título Superior, titulación oficial dentro del Espacio Europeo de Educación Superior y el Plan Bolonia.
  • -Máster en Enseñanzas Artísticas de Interpretación Musical, para intérpretes que deseen aunar la especialización y perfeccionamiento técnico del instrumento con la reflexión crítica en torno al fenómeno interpretativo.
  • -Estudios preliminares: preparatorio para futuros alumnos del Título Superior o el Máster.
  • -Diploma en interpretación musical: dirigido a músicos que hayan completado toda su formación académica y artística y que busquen el perfeccionamiento de su nivel artístico.

Una sólida formación musical se sustenta en un solo principio:
Pasión. El amor por la música.

  • Y para terminar nos encantaría saber cómo define Óscar Colomina la palabra MÚSICA, ¿que representa en su vida esa palabra?

La música tiene el poder de reverberar en el ser humano de una forma profunda y polimorfa, es un misterio contingente de una gran riqueza transformadora.

Para mí, la música no es. Uno es música, la habita, la encarna. Y para ello se requiere (como en tantas otras prácticas de desarrollo interno) una cierta disciplina para practicarla.

No me refiero aquí a la práctica diaria estricta de escalas, arpegios, articulaciones y otros aspectos técnicos y estilísticos que se enseñan en los conservatorios – necesario todo, por otra parte. Hago referencia a otra posible práctica de la música, que va más allá de la superficie y pasa a entender el trabajo diario con la música como una herramienta de conocimiento: conocimiento sobre uno mismo y sobre el mundo que le rodea, sobre las variantes relacionales entre elementos afines o contrastantes, sobre el proceso transformador de lo único en multitud y su contrario. Como herramienta, también, de conocimiento del otro.

Cuando superamos lo puramente musical y entendemos la música como herramienta de conocimiento, de reflexión, de comunicación, todo se convierte en música.
Dejamos de hacer música y pasamos a ser música.

Solo éxitos, solo logros, la búsqueda de la excelencia guiada por la entrega y la pasión absoluta esa es la Escuela Superior de Música Reina Sofía y desde Le Salón Musical valoramos y reconocemos su trabajo con un fuerte aplauso.

Ricardo Ladrón de Guevara
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